El cabecero de la cama suele ser un elemento decorativo a la vez que útil, ya que sirve para apoyar la almohada y darnos un lugar donde reposar la espalda mientras estamos leyendo o mirando la televisión en la cama.
Algunos de los beneficios de usar un cabecero de cama son:
– Protegen la pared: un cabecero de cama ayuda a proteger la pared de suciedad y polvo.
– Mantienen la almohada en su lugar: un cabecero de cama evita que la almohada se deslice y ayuda a mantenerla en su lugar.
– Aportan elegancia: un cabecero de cama puede dar un toque de elegancia y sofisticación a la habitación.
– Son decorativos: los cabeceros de cama están disponibles en una gran variedad de estilos y materiales, por lo que seguro que encontrarás uno que se adapte a tu decoración.
Los cabeceros de Polipiel, los más demandados por su comodidad y diseño
Los hay de diferentes tipos y materiales, pero hoy nos centraremos en los cabeceros de polipiel. La polipiel es un material sintético que se caracteriza por su resistencia y durabilidad, lo cual lo hace ideal para el hogar ya que no se arruga con facilidad y no requiere mucho cuidado. Aunque estas propiedades no significan que no necesite limpieza regularmente. Lo ideal sería limpiarlo semanalmente para mantenerlo libre de polvo y suciedad. Pero si no lo has hecho, aquí te mostramos 2 formas fáciles de limpiarlo:
1- Con agua caliente: El primer paso será humedecer un paño blanco con agua caliente. No tiene que estar empapado pero sí bien mojado para evitar manchar tu cabecero con agua fría. Luego meteremos el paño en el microondas por 10-15 segundos hasta que esté caliente. Finalmente pasaremos el paño caliente por todas las superficies del cabecero para eliminar toda la suciedad o manchas que hubiera en ellas. Para finalizar usaremos otro paño seco para retirar los restos del agua. Recuerda siempre pasarte por las costuras para eliminar todo el polvo acumulado ahí ya que pueden quedar residuos después del lavado.
2- Con bicarbonato: Otra forma rápida y sencilla de limpiar nuestro cabecero sería utilizando bicarbonato sódico mezclado con un poco de agua. Al igual podremos utilizar vinagre natural mezclado con agua (1 parte vinagre / 2 partes agua) o jabón líquido neutro mezclado también 1/2 partes. Junto con un trapo o paño, deberemos de ir pasando con cuidado por toda la superfície del cabecero y dejar secar.
¿Cómo elegir bien un cabecero?
El cabecero de cama es un elemento perfecto para aportar un plus de estilo a nuestra habitación. Sin embargo, no siempre sabemos cómo elegirlo. Si quieres saber cómo elegir un cabecero de cama adecuado para tu habitación y para tu cama, te damos las claves.
-En primer lugar, debemos medir el ancho y el largo de nuestra cama. Estas son las medidas que deberemos tener en cuenta a la hora de elegir el tamaño del cabecero. Ten en cuenta que el cabecero no tiene por qué ser exactamente del mismo tamaño que la cama, pero sí que debe ser proporcional. Si tu cama es muy grande, puedes optar por un cabecero más pequeño. De esta forma, lograrás crear un equilibrio visual en la habitación.
Para medir la cama, se debe colocar una cinta métrica en el suelo junto a la cama. Se debe medir desde el suelo hasta el borde superior de la cama. La altura de la cama determinará el tamaño del cabecero de cama. Se debe medir también desde un lado de la cama hasta el otro. La anchura de la cama determinará el ancho del cabecero de cama.
Los cabeceros de cama suelen tener unas dimensiones estándar, aunque también existen modelos personalizados.
Las medidas más comunes de los cabeceros de cama son de 90 cm de largo para las camas individuales y de 135 o 150 cms para las de matrimonio. Sin embargo, también hay cabeceros de cama más grandes y más pequeños
-En segundo lugar, debemos tener en cuenta el estilo de nuestra habitación y de nuestra cama. El cabecero debe combinar con ambos elementos para crear un espacio armonioso y coherente. Si tu habitación es muy minimalista, opta por un cabecero sencillo y discreto. Por el contrario, si tu habitación es más tradicional o vintage, puedes optar por un cabecero más llamativo y original.
Por último, debemos tener en cuenta los materiales del cabecero. Hay muchos materiales diferentes disponibles en el mercado: desde la madera hasta el metal o el cristal. Debemos elegir un material que se adapte al estilo de nuestra habitación y que sea resistente a las condiciones climáticas de nuestro país (si vives en un lugar con mucha humedad, por ejemplo).
Los colores más demandados de los cabeceros de cama son el blanco, el negro y el gris. El blanco es un color neutro que se adapta a la mayoría de los estilos de decoración. El negro y el gris son colores más oscuros que pueden crear una sensación de elegancia y sofisticación.
Hay una gran variedad de cabeceros de cama en el mercado, por lo que es importante tomarse el tiempo necesario para elegir el que mejor se adapte a las necesidades y gustos personales. Una vez que se hayan tenido en cuenta todos los factores importantes, elegir el cabecero de cama adecuado será una tarea mucho más fácil.
Los cabeceros de cama se pueden comprar en tiendas especializadas (como Decorquality) o en tiendas de muebles. También se pueden encontrar en algunos grandes almacenes. Si se está buscando un cabecero de cama único, se pueden encontrar en tiendas de antigüedades o en tiendas de segunda mano.
