El «doble entierro» de Salvador Dalí

Salvador Dalí, enterrado de nuevo tras una exhumación para pruebas de paternidad.

Muestras tomadas para las pruebas de ADN que reflotan la reclamación de paternidad se unen al cuerpo del artista en una tumba catalana.

Tres décadas después de su muerte y ocho meses después de que sus restos fueran desenterrados para resolver una reclamación de paternidad, Salvador Dalí ha vuelto a ser sepultado, en su totalidad, bajo el museo que diseñó como santuario de su propia vida y arte.

El cuerpo del surrealista fue exhumado de su tumba en Figueres, Cataluña, en julio, después de que un juez diera luz verde a las pruebas de ADN para determinar si Dalí era el padre de Pilar Abel, una lectora de cartas del tarot y adivina que durante mucho tiempo había afirmado ser su hija.

Las muestras de pelo, uñas y huesos tomadas del cuerpo demostraron que no era su padre. La exhumación, sin embargo, reveló que el bigote característico del artista aún estaba intacto.

En la madrugada del viernes por la mañana las muestras fueron reunidas con el resto de sus restos, que yacen bajo una losa de piedra de 1,5 toneladas de peso.

«Anoche se recogieron las muestras de ADN», dijo la Fundación Gala-Salvador Dalí en una breve declaración. «Los restos mortales de Salvador Dalí han sido enterrados de nuevo y se encuentran bajo la cúpula del Teatro-Museo de Figueres. El procedimiento fue el mismo que el de julio pasado y una vez más fue diseñado para preservar la privacidad y la memoria del maestro».

A pesar de las estrictas medidas de privacidad puestas en práctica en ambas ocasiones (se instalaron tiendas de campaña para ocultar la tumba de la vista), surgieron detalles del cuerpo que saludó a los expertos el verano pasado.

Narcís Bardalet, el embalsamador que cuidó el cuerpo de Dalí y colaboró en la exhumación, dijo que estaba encantado de ver que 28 años bajo tierra no habían engañado al artista con su rasgo más conocido. «Su bigote sigue intacto, como las manecillas del reloj a las 10:10, tal como le gustaba. Es un milagro», dijo Bardalet a la radio catalana RAC1 de la época.

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